Se escapó de un ladrillazo

Ramiro González, cuenta lo que vivió el 26 de junio de 1978

*“La Noche Negra”, lo dejó marcado con el sello de Antonio Cavazos Garza

 

Alejandro Mares Berrones

Si bien, no fue el protagonista principal, de aquel día 26 de junio de 1978, cuando la turba enardecida quemó la Presidencia Municipal, donde él despachaba como Director de Obras Públicas y colaborador cercano al presidente Doctor Antonio Cavazos Garza; si fue testigo fiel del escenario de violentos enfrentamientos e incluso hasta alcanzó ladrillazos y pedradas, “gracias a Dios ninguna me pegó”.

Se trata del Ingeniero Ramiro González Garza, quien a 47 años de esos episodios de caos, violencia, saqueos, incendios, sangre y muertes, en entrevista, cuenta lo que vivió en esa “Noche Negra”:

“Ese día en la mañana, supe en lo personal que iba a ver un caos hacia el Presidente Municipal, por un problema estudiantil. Uno de los del movimiento me dijo: ´Ramiro, dile al Doctor que mejor no venga a la presidencia´, se lo comuniqué al doctor Cavazos y bueno, pues fue”.

Rememoró:

“Estaba yo haciendo la pavimentación de la avenida Lauro Villar, del tramo de la Volkswagen hasta la guardería del IMSS; a las tres y media de la tarde le hablo al doctor Cavazos, no me contesta, marque a su casa y me dicen que estaba en la presidencia”.

“Hago más o menos 30 o 40 minutos en llegar y ya estaba toda la plaza llena de gente, no pude entrar al segundo piso; ya al doctor Cavazos lo tenían arriba del kiosko, entro a la presidencia y empieza el caos en el tercer piso donde estaba mi oficina”.

Dijo que su oficina no fue quemada, pero en el segundo piso, donde se encontraba, ya había un desorden:

“Se subieron varias secretarias al tercer piso, pero todos salimos por donde está Catastro y de allí cada quien para su casa; pero al salir yo por la calle González, a la altura de Publicidades Rendón, en la esquina norponiente, me tiraron una piedra y de allí yo me fui, gracias a Dios no me pegó”.

–¿Te agarraron a pedradas?

— Tiraron piedras, no me pegó ni una, me fui hasta mi casa, al departamento donde vivía y Enrique Zolezzi, que estaba en la Junta de Aguas de Director Técnico, nos fuimos a recorrer la ciudad.

“Quemaron Salinas & Rocha, el centro de la ciudad, menos Más Más, que era de don Jorge Cárdenas González; en la zona de tolerancia, quemaron 3 antros, después me fui a resguardar una gasolinera mía, que estaba en la Diagonal y 20”.

“Habían entrado a la cárcel que estaba en la 21 y González, muy cerca de mi gasolinera; también hicieron un caos allí; hasta las 4 de la mañana estuve cuidando mi negocio y a las 2 de la madrugada de ese día (26 de junio de 1978), me encontré con el presidente”.

–¿Qué te dijo, ya lo habían apedreado y echado en corrida?

–A él no lo apedrearon, la piedra que iba dirigida al doctor Cavazos, le pegó a Pablo Zarate Juárez.

–¿Zarate, fue quien lo custodió del kiosko; quién más rescató al doctor Cavazos?

–Fueron Pablo Zarate y Emiliano del Toro que yo me acuerde, también iba Roberto Cedillo (Secretario del Ayuntamiento), se metieron al café Emir.

Ramiro González, suelta la risa, pues a su mente llegó la imagen de cómo le hizo Antonio Cavazos y sus colaboradores, para saltar las bardas, para huir de la turba de estudiantes que los apedreaban:

“Lo que, si me supongo, como brincaron la barda, el miedo es cabrón”, vuelve a sonreír, pero no con una risa burlona, más bien de guasa, a su estilo; para quien conoce o ha platicado con Ramiro González, saben que es un hombre con una plática amena, estupenda, es imposible no reír con él, cuando se charla de cualquier tema, principalmente con los que tienen que ver con la política.

La seriedad de la entrevista, regresa a su curso:

“Brincaron y se metieron a la oficina del licenciado Cedillo y bueno al día siguiente nos vimos en el Hotel Ritz con el Gobernador Enrique Cárdenas González, con don Agapito González Cavazos, se habló allí y total; había mucha presión para que el Doctor Cavazos renunciara”.

“No quiso él, no quiso don Agapito y no quiso don Fidel Velázquez, dirigente de la CTM y allí se acabó ya la insistencia”.

CAVAZOS MERECE RECONOCIMIENTO

“Gracias a esas acciones, logramos un proyecto que se llamó Plan Emergente, que fue una cosa muy buena para Matamoros, se logró meter el primer Sistema de Drenaje Pluvial que va de la Diagonal Cuauhtémoc, en la Río Bravo y en la España; se logró pavimentar, todo lo que tu conozcas de pavimento de la Diagonal, San Francisco, Buena Vista…

Se completó el dinero para el anillo periférico que lo empezamos de concreto, desde la avenida Ferrocarril, allí por la antigua Aduana, hasta la calle Tercera y se logró conseguir un dinero para una Planta Potabilizadora de Agua, que desgraciadamente no se aprovechó, porque se regresó ese dinero; se hizo el Primer Plan Maestro de Matamoros, se lograron muchas cosas…

Al doctor Cavazos desde mi punto de vista, no se la ha dado un reconocimiento que merece”.

–¿Todo ese trabajo que ustedes hicieron, fue empañado por ese día, por esa fecha, por esa Noche Negra?

–¡Sí!, por ese día, respondió categórico.

“El doctor Cavazos tenía varios problemas, uno de ellos, era que no le gustaban los medios de comunicación; no pagaba, no apoyaba, los tenía en contra y eso fue una de las causas”.

–¿Existió trasfondo político en todo esto, fue un parteaguas en la vida política y social de Matamoros?

–¡Sí!, el PRI tenía varias fracciones, el doctor Cavazos fue emanado de la CTM, yo lo que soy políticamente, lo mucho, lo poco, lo que tú le quieras poner, se lo debo a don Agapito, a la CTM.

–¿Se decía en esa época que el doctor Cavazos era el presidente municipal, pero el que mandaba era don Agapito?

–A don Agapito le han dicho muchas cosas, pero él siempre fue muy respetuoso de la Presidencia Municipal.

A Ramiro, le volvieron los recuerdos:

“En esa época, lo que exigían los medios de comunicación, los estudiantes, era la renuncia de Emiliano del Toro (Inspector de la Policía); don Agapito se lo dijo al doctor Cavazos, ´haz que renuncie, haz que renuncie´, pero, así como el doctor Cavazos era necio, terco, también tenía un sentido de la amistad muy profunda”.

–¿Un sentido de pertenencia, es mi amigo y lo defiendo hasta la muerte?

–Hasta la muerte. Yo pienso igual que él, si a uno le dan la amistad es hasta la muerte; por eso pienso que el doctor Cavazos y yo, que era 24 años más chico que él, nos llevamos bien. Tuvimos dificultades, que te podría decir, me decían que yo era el segundo de la administración y bueno por eso me llovían chinazos”.

NO PIDIO “MOCHES”

Recordó que cuando el doctor Cavazos, le dio la Dirección de Obras Públicas, le dijo:

“Ramiro no pidas moche, entonces, no hay nadie que me diga que le pedí dinero para pavimentar, ni en la primera con él, ni en la segunda con Homar Zamorano Ayala, en la administración, en la que también estuve”.

“Soy muy dado a las encuestas, hice algunas a finales de 1975 y 1976, en ese entonces, no había quien le ganara a don Jorge Cárdenas González en Matamoros, porque él estaba o había estado como administrador de la Junta de Mejoras Materiales, que en aquel entonces tenía cuatro veces más presupuesto que el gobierno municipal”.

“Él había hecho una serie de obras, la gente lo quería, tenía su estación de radio, él reunía varias cosas: carismático, medios de comunicación y un recurso muy grande para hacer obras”.

–¿Y su hermano gobernador?

–Su hermano no quería que fuera presidente. En 1977, cuando el doctor Cavazos se va a México al registro, se hizo una democracia trasparente; entonces, estando en la capital del país para registrarse, estaba también don Jorge y le dice a su hermano Enrique Cárdenas, ´yo me voy a registrar´, don Enrique le dijo: ´no quiero que tú seas´, y se calentó la cosa entre ellos”.

Continua:

“Don Jorge, le dice a don Enrique; no quieres que sea yo, bueno, aquí está mi amigo Roberto Guerra, así se acabó la cosa ese día. Nos venimos a ciudad Victoria, el doctor Cavazos se registra en la capital del estado, también don Roberto Guerra”.

“Para esa consulta popular ´democracia trasparente´, se registraron 7 candidatos: el doctor Cavazos, don Roberto Guerra, Porfirio González, Jaime Villarreal y de los otros no me acuerdo; la elección se llevó a cabo en el Club de Leones, se celebró con delegados y allí gana el doctor Cavazos, por 100 o 150 votos a don Roberto Guerra”.

–¿Podríamos decir, que don Roberto Guerra, era el candidato de don Jorge Cárdenas y el doctor Cavazos, el de Agapito?

–Así es. El gobernador se mantuvo recto, no se metió a favor de nadie.

Nuestro entrevistado, habla de lo que se pudo haber logrado y no se logró en el trienio de Cavazos Garza:

“Podríamos haber logrado hacer más cosas en 6 años, con los 3 del doctor Cavazos hicimos mucho, me acuerdo que pavimentamos el 5 por cientos de las calles trazadas de esa época de concreto hidráulico”.

Ramiro González Garza, tenía 27 años de edad y Pablo Zarate Juárez, 17; el doctor Cavazos Garza, les dio la oportunidad de trabajar a su lado, a uno como Director y al otro como Inspector/Supervisor de Obras Públicas.

Ramiro, reconoce, que “La Noche Negra” del 26 de junio de 1978, lo dejó marcado con un sello:

“El doctor Cavazos nos dio una gran oportunidad a mucha raza joven. Si nos perjudicó la quema de la presidencia, quedas con un sello; yo me quedé con el sello de don Agapito y con el de Cavazos, eso me afectó políticamente”.

Remató:

“La política es de dinero y mientras no tengas dinero para repartir, en subsidios y apoyos sociales, pues la gente se olvida de ti”.

 

 

 

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