*“Tiene todo, restaurante y alcoba, es cómodo”.
René M. Hinojosa.
El pasado 9 de noviembre del año en curso, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tiró casi casi toda la casa por la ventana, ya que pondrá en subasta el avión, modelo TP-01 presidencial que actualmente usa Enrique Peña Nieto.
En una conferencia de prensa que tuvo López Obrador, hizo como un intento de publicidad para ponerlo en subasta, renta, traspaso o venta del ya famoso avión del cual en su campaña no se cansó de enfatizar que se iría por caro e innecesario, pero para todo esto, aclaró y recalcó que para el primero de Diciembre o se regresa a su fábrica o se vende.
Cabe recalcar que López Obrador no lanzó un precio al aire en ese momento y dijo lo siguiente:
“No solo es lo que cuesta el avión, es la fama. Transmitan está convocatoria para que llegue a todas partes del mundo, puede que haya gente interesada. Les voy a invitar a ustedes que me acompañen y entregamos el avión al que lo compre, no es cualquier cosa”.
Ocho mil millones de pesos fue lo que costó, según López Obrador y cuenta con un área de trabajo, una de descanso y con 80 lugares más disponibles para el resto del equipo de trabajo que lleven en ese dichoso avión.
Por último agrego López Obrador que cuando el avión tenga su nuevo propietario, él directamente irá y se lo entregará con una ceremonia de por medio y que todo el dinero recaudado de la venta o renta, será para el pueblo, ya que de sus impuestos fue de dónde salió la ya tan famosa aeronave.