Ciudad Victoria, Tamaulipas. – Algunas voces ya coinciden, que el narco se ha metido hasta la cocina en las elecciones y de tener injerencia en municipios, han aumentado su influencia controlando parte o todo el territorio de un estado.
Como el caso de Tamaulipas, con la Columna Armada Pedro J. Méndez, que controlan varios municipios, lo mismo ocurre con los carteles que cohabitan en esta entidad, son los reyes de la selva, parafraseando a Porfirio Muñoz Ledo.
Este aguerrido político, es sin duda una de las voces más duras en ese sentido y ha vaticinado que el 2024 va hacer un enfrentamiento muy serio en el país; por la intervención despiadada del narco en las elecciones.
En junio de este año, Muñoz Ledo, hizo algunas declaraciones, que lógico al presidente López Obrador se le pusieron las orejas coloradas.
Dijo que AMLO busca heredar al siguiente gobierno su asociación con los delincuentes y que a los recursos del gobierno federal, se suman los del narcotráfico; con eso no habrá nada que se les pueda oponer, declaró don Porfirio.
Sin duda le asiste la razón, los mexicanos hemos sido testigos, de cómo el poder del narco ha echado en corrida a nuestras gloriosas Fuerzas Armadas.
Bueno, no tan gloriosas, digo por el caso de los 43 de Ayotzinapa, donde ahora dicen que hasta el Ejército tiene responsabilidad; pero al General Salvador Cienfuegos, AMLO no lo toca ni con el pétalo de una rosa.
Hemos visto a nuestro presidente saludar a la mamá del Chapo y asegura que los delincuentes son “humanos”.
Lo que no dice es que esos humanos descuartizan, violan, extorsionan, secuestran e inyectan dinero a las campañas políticas y están asesinando a periodistas y nadie hace nada.
Otra de las voces, que confirman que el 2024, será una narcoelección, fueron las declaraciones del Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, quien al igual que don Porfirio, confirmó la injerencia del crimen organizado en los procesos electorales y aseguró que este fenómeno se ha extendido por todo México y que la culpa la tiene el Estado Mexicano.
“Me preocupa que hoy el narcotráfico sea la máxima amenaza a la democracia, porque contra él es muy difícil luchar, porque no pone reglas, no lo conocemos, no sabemos dónde está, nomás pone la fuerza que elimina, aniquila y mata”, fueron las palabras de Lorenzo Córdova.
Pero lo que pasó en Tamaulipas, en la reciente elección para gobernador, eso solo es el preámbulo de lo que viene para el 2024, abiertamente el líder de la Columna Armada Pedro J. Méndez, Octavio Leal Moncada, operó para Morena y para Américo Villarreal Anaya, hoy gobernador electo.
Pese a eso, el Tribunal Electoral de Tamaulipas, declaró válida la elección, el magistrado ponente Edgar Danés Rojas, con sorna les dijo a los panistas que “ni su gobernador había dicho nada”, sobre la intervención del narco en las campañas electorales.
La semana próxima pasada, Cabeza de Vaca, en una entrevista con Carlos Alazraki, dijo:
“No se puede combatir al crimen organizado, siendo parte de él”.
En alusión a Américo Villarreal, a quien embarraron con Sergio Carmona, “Rey del Huachicoleo”, asesinado en San Pedro Garza García, Nuevo León.
Cabeza de Vaca, recalcó:
“Aquellos que reciben dinero de los grupos criminales, sabemos que van a entregar no solamente un estado, van a entregar lo más sagrado que tenemos después de la vida, que es nuestra libertad y nuestra seguridad y eso es lo que está pasando en muchas partes de nuestro país”.
Cabeza de Vaca, enfatizó que el Tribunal Electoral del PJF tiene una gran responsabilidad, en torno a los hechos de Tamaulipas, en ellos está validar o anular una elección, que estuvo plagada de irregularidades, pero sobre todo con la participación del crimen organizado; de lo contrario nos vemos en el 24, no se vayan a quejar de una narcoelección, que se pueda suscitar en el 2024.