Alejandro Mares Berrones
A partir del primero de octubre, vendrán muchos cambios en la vida política del país; por primera vez, la Presidencia de la República estará en manos de una mujer, México ya formará parte de los países latinoamericanos que será gobernado por el género femenino.
Pero no todas las mujeres que han sido presidentas de los países de Latinoamérica, resultaron ser buenas gobernantes como los casos de Cristina Fernández de Argentina y de Dilma Rousseff de Brasil, quienes enfrentaron casos de corrupción, a esta última le costó su destitución.
Si analizamos las condiciones en las que la doctora Claudia Sheinbaum llega al poder, podríamos decir, que está llegando con un poder generalísimo, con todo el respaldo de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, con una fuerza popular que se patentizó en las urnas, una buena relación con las Fuerzas Armadas, un poder legislativo de su lado y a un paso de lograr una Reforma Judicial, que llevará a Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Magistrados y Jueces de Distrito a que sean votados.
Sin duda, la doctora Claudia, llega a la Presidencia de la República de México, como ninguna de sus homologas lo ha hecho en el pasado; además otro de los puntos a su favor, es que la oposición ha sido reducida, la Presidenta Sheinbaum asumirá el poder en condiciones de fortaleza, quizá con los ecos del pataleo por la futura reforma judicial, pero sin ninguna crisis política.
En el terreno económico, sobre todo en la relación comercial con los Estados Unidos y Canadá, es donde Marcelo Ebrard, futuro secretario de economía, va a tener que emplear sus buenas artes, para explicarles a nuestros socios que es una reforma judicial no al Tratado de Libre Comercio, que así como en los estadounidenses eligen hasta al sheriff del condado, ahora los mexicanos van a votar por sus ministros, magistrados y jueces.
Ebrard va a tener que convencer a los americanos, que sus intereses están seguros en nuestro país, que se les garantiza un estado de derecho, que la reforma judicial, tiene más ventajas que desventajas para ambos países; de no aclarar todas las dudas que tienen los americanos, se corre el riesgo de inhibir la inversión e incluso existen ya algunas amenazas de que será en Texas a donde se irán los capitales gringos.
En sí, la reforma judicial plantea que desaparezca el Consejo de la Judicatura Federal, y que nazcan dos órganos regulatorios, uno que administre el Sistema de Justicia en su conjunto y un Tribunal de Disciplina Judicial, que en paralelo supervisarán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación; además de que cualquier ciudadano de a pie, podrá presentar denuncia contra Ministros, Magistrados y Jueces de Distrito.
También se propone la reducción del número de ministros de la Corte, de 11 a 9 miembros, los que durarán 12 años en el cargo; los plazos para la resolución de controversias en materia civil o fiscal, no pasarán de 6 meses y en la índole penal de un año; cuando se exceda de estos términos el Tribunal de Disciplina Judicial investigará el asunto y actuará en consecuencia.
La reforma judicial está diseñada para que los Ministros, Magistrados y Jueces de Distrito pasen por las urnas cada tres años de manera concurrente con las elecciones federales, es decir, que votaremos por ellos y en esto, es donde los miembros del Poder Judicial, no están de acuerdo, porque existe la carrera judicial, que da la experiencia y la preparación académica de las diversas ramas del derecho.
No es nada fácil dictar una resolución, se necesita de una amplia capacidad técnico-jurídica y esto es una de las desventajas que tiene la reforma, porque ahora por el voto popular, se correrá el riesgo que los juzgadores que lleguen, les falten los conocimientos necesarios para realizar una justicia eficiente y eficaz.
Otra de las prohibiciones de esta reforma, es que ya no se otorgarán suspensiones contra leyes con efectos generales en amparos, controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad.
Para concluir, TRANSFORMACION significa el resultado de un proceso de cambio de forma, sucede cuando una cosa, hecho o idea es convertida en otra y RECOMPOSICION, es volver a componer, restaurar, arreglar, ordenar, ajustar; entonces, yo pregunto con mucho respeto a nuestros políticos, la Reforma Judicial es: ¿Transformación o Recomposición?, usted que dice querido y caro lector.