Agencias
La Organización Mundial de la Salud reportó el mayor aumento de contagios por COVID-19 en todo el mundo. Un alza como esta no se veía desde mayo, lo que confirma que la segunda ola de contagios ya es un hecho.
Conforme algunos países flexibilizan las cuarentenas o levantan los confinamientos se han ido registrando segundas oleadas de contagios alrededor del mundo.
De hecho, este fin de semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó el mayor aumento de contagios por COVID-19 en todo el mundo. Un alza como esta no se veía desde mayo, lo que confirma que la segunda ola de contagios ya está en varios países.
Fueron más de 250 mil nuevos casos de coronavirus en 24 horas, registrados el domingo, lo que encendió las alarmas, pues no se registraba tal cifra desde hace dos meses.
“Necesitamos revisar los ajustes que queremos llevar a cabo, hay un gran peligro en cualquier contexto“, aseguró el doctor Michael Ryan, director ejecutivo de la OMS. Estados Unidos, India y Sudáfrica, son los países que ya lideraban la primera ola de contagios y que ahora están al frente en el rebrote del virus.
Es por esto que ya se habla de una endemia en puertas. “Significa una permanencia de la enfermedad en el tiempo, con una carga de casos y una incidencia de casos más o menos constantes, en vez de tener brotes tras brotes”, explicó el doctor Mauricio Canals, bioestadístico y académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile.
Todo indica que tendremos que aprender a vivir con el virus, un aspecto a tomar en cuenta especialmente cuando en nuestro país se está planificando el desconfinamiento. Pero antes, los expertos indican que se debe cumplir con una tarea.
“Paremos la cadena de contagios, es decir, que las personas dejen de enfermarse. No es solamente cómo vamos a volver a trabajar, a estudiar y a las calles, sino que es cómo vamos a hacer para que no tengamos rebrotes“, dijo Gonzalo Bacigalupe, magíster en Salud Pública y Global de la Universidad de Harvard. “Nosotros no debemos repetir los errores que han cometido otros países”.
Falta identificar a los contagiados de manera efectiva, dicen los expertos. Para eso, sugieren contratar al menos 9 mil funcionarios que puedan hacer un seguimiento al entorno de los enfermos y sus desplazamientos.
Otra recomendación es dejar de lado las cuarentenas dinámicas. “Se tiene que pensar dónde se produce, efectivamente, la movilidad“, indicó Bacigalupe y agregó que este tipo de cuarentenas asegura el rebrote.
Al respecto, el doctor Jaime Sapag, director del Magíster de Salud Pública de la Universidad Católica, señaló: “con monitoreo continuo e indicadores críticos, y asegurando el apoyo donde tiene que estar, tanto socioeconómico en los ámbitos más vulnerables, con perspectiva de equidad, a la atención primaria para que pueda desplegar sus funciones, incluyendo la tan crítica trazabilidad”.
