EN PARTIDA DOBLE

Alejandro Mares Berrones

La vida democrática de México, se ha construido con el derramamiento de sangre

Nadie debe olvidar jamás, esa fecha. Los militares fueron utilizados para masacrar a estudiantes, a la población civil, que se manifestaban contra un gobierno corrupto, como el de Gustavo Díaz Ordaz; la represión política fue de un alto nivel de brutalidad policiaca, de violencia, terror, encarcelamiento y de una absoluta violación a los derechos humanos; que ocasionó hasta la actualidad un trauma social, difícil de olvidar.

Aquel gobierno, el de Díaz Ordaz, se convirtió, hasta la fecha en el más nefasto, autoritario y represor. Esa historia negra, tal parece que a nuestros gobernantes no les ha servido de nada; hoy las Fuerzas Armadas fueron sacadas de sus cuarteles para realizar trabajos más de carácter civil, que militar.

Los militares de la Marina y del Ejército, no deberían estar de administradores de aduanas y puertos; ya quedó demostrado que también se corrompen; la pregunta es: ¿cómo los va retirar Claudia Sheinbaum, de esas jugosas posiciones que les otorgó López Obrador?.

En lo que lleva la izquierda gobernando el país, no se ha sabido de violaciones a los derechos humanos por parte de los militares, sin embargo, si han sufrido un grave desprestigio por las acciones virulentas de altos mandos, en ese caso de la SEMAR. La tropa está inconforme, pues mientras ellos se enfrentan a los Cárteles, sus jefes hacen negocios con ellos.

Quizá la represión no es tal como con Díaz Ordaz, pero el riesgo es que está en juego la seguridad nacional del país, por la colusión del crimen organizado y las fuerzas armadas.

EN CONTRAPARTIDA, el 2 de octubre de 1968, en la Ciudad de México, ocurrió uno de los episodios más brutales, pasó a la historia como “la Matanza de Tlatelolco”. Ese día, miles de estudiantes y simpatizantes se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas para exigir libertades democráticas y poner fin a los abusos de poder, del régimen priista corrupto y rancio, que en esa fecha encabeza Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, quien fungió como verdugo, perdón como Secretario de Gobernación.

La sangre y el sacrificio de esos héroes, fue el origen, de la vida democrática que actualmente gozamos los mexicanos, por eso el nuevo régimen político, no debe caer en los abusos de poder, porque la represión política también se da desde diversos contextos, como es el caso de reformar la Constitución, la legislación electoral y de amparo, pasando por encima de las minorías. La vida democrática de México, se ha construido con el derramamiento de sangre.

La clase política gobernante y opositora, tienen que hacer conciencia que el vulnerar los derechos de los ciudadanos es una agravio personal y directo a la propia democracia. La historia nos menciona que ese movimiento estudiantil había iniciado meses antes en respuesta a la represión gubernamental y la violencia policial y a medida que se acercaban los Juegos Olímpicos de México 1968, el gobierno buscaba mantener la estabilidad y la imagen del país.

En estos momentos México, está convulsionado, por un lado la presión de los Estados Unidos, las declaratorias de un presidente populista norteamericano como Donald Trump, que obligó a cambiar la agenda y se la dicta a la presidenta Claudia Sheinbaum; declarando en principio a los Cárteles Mexicanos como organizaciones terroristas, y con esto, si ellos quieren poder invadir con ese pretexto nuestra soberanía.

A raíz de las presiones de EU, el gobierno mexicano, dejó atrás los “abrazos, no balazos” de López Obrador, por lo que la presidenta Sheinbaum, a través de Omar García Harfuch, tuvo que cambiar de estrategia, pero el país está caliente no solo en el contexto de la delincuencia organizada que controla gran parte del territorio nacional y cogobierna estados y municipios.

El termómetro político está en la rayita roja; la oposición presiona y critica férreamente al régimen de la 4T por los actos de corrupción que tienen que ver con temas de huachicol fiscal; figuras del Movimiento de Regeneración Nacional como Adán Augusto López Hernández, Gerardo Fernández Noroña, los hijos de AMLO “Andy” y “Bobby”, se han visto muy aporreados.

Volvamos al 68, cuando un grupo paramilitar llamado Batallón Olimpia, compuesto por miembros del Estado Mayor Presidencial, “se infiltró en la manifestación con guantes o pañuelos blancos en la mano izquierda para identificarse y alrededor de las 5:55 p.m., se dispararon bengalas verdes desde un helicóptero, y los francotiradores abrieron fuego contra la multitud”.

“La masacre continuó durante toda la noche, con soldados y policías operando casa por casa en los edificios de departamentos adyacentes a la plaza. El número exacto de muertos aún se desconoce, pero se estima que oscila entre 300 y 400 personas, con cientos de heridos y detenidos”.

El próximo año, en nuestro país se va a llevar a cabo el “Mundial”, el torneo de futbol más importante del mundo; esperemos que para ese entonces, la presión de EU, de la oposición y de la violencia de los cárteles disminuya; porque de no ser así una chispa bastará para ocasionar un incendio con graves repercusiones políticas.

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