EN PARTIDA DOBLE
Alejandro Mares Berrones
El comunicado emitido por la IV Región Militar y la 48/a. Zona Militar de Tamaulipas, es ridículo, en el aseguran que “una camioneta de color blanco, trató de embestir” a uno de los tres vehículos del convoy militar, que se desplazaba sobre la carretera a Ciudad Mante-Tampico, a la altura del kilómetro 71, el pasado 6 de octubre de 2025, aproximadamente a las 20:00 horas.
Qué esa fue la razón, por la que los militares hicieron uso de sus armas, acribillando a 8 jornaleros que iban en dicha camioneta, de los cuales 6 han muerto y dos se debaten entra la vida y la muerte en el Hospital General “Carlos Canseco” de Tampico, donde fueron trasladados para atención médica.
El punto donde ocurrieron los hechos, se conoce como Estación Manuel, municipio de Villa González, Tamaulipas y aunque en principio, la SEDENA trató de desinformar, terminó aceptando que sus elementos asesinaron a estas personas:
“El personal militar fue relevado de sus tareas y se encuentra actualmente en calidad de presentado en las instalaciones de la Fiscalía General de la República, en la ciudad de Tampico”. La FGR abrió carpeta de investigación y la presidenta Claudia Sheinbaum, lamentó el incidente y aseguró que su gobierno no tolerará abusos ni encubrimientos de las fuerzas armadas.
A la SEDENA, no le quedó de otra más que abrir carpeta de investigación, en su propia Fiscalía General de Justicia Militar, ya que no se trata de un enfrentamiento entre civiles armados vs militares o viceversa, eran trabajadores agrícolas que fueron acribillados a tiros, por las armas de los militares y que sus hijos, madres, esposas nunca más los volverán a ver. ¡Una verdadera desgracia!, porque estos militares ya desgraciaron a estas familias.
En el vehículo donde viajaban los jornaleros, no se les encontró ninguna arma de fuego; no existe el clásico “daño colateral” por el que nunca se hacen responsables las fuerzas de seguridad, tanto federales y estatales.
Lo que les pasó a estas personas, fue un asesinato a mansalva, “porque el personal militar se vio amenazado”, es otra ridiculez del comunicado de la SEDENA. El daño colateral se refiere a las muertes o lesiones no intencionadas de civiles en operaciones militares o de seguridad.
Informes de la propia SEDENA y organizaciones defensoras de los derechos humanos, aseguran que se han registrado numerosos casos de daños colaterales en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada; y precisamente ha sido en Tamaulipas, donde más se han dado, por ejemplo:
En 2024, una niña de 8 años llamada Lidia Iris Fuentes Galván murió en un ataque del Ejército en Nuevo Laredo, mientras viajaba con su abuela. La SEDENA sigue sin hacerse responsable y su crimen continúa en la impunidad.
En octubre de ese mismo año, la enfermera Yuricie Rivera Elizalde fue asesinada por militares también en Nuevo Laredo, su familia resultó ilesa, homicidio que sigue impune.
Las cifras por daños colaterales son muchísimas. Según informes de Human Rights Watch, desde 2007 hasta septiembre de 2022, el Ejército mexicano ha matado al menos a 5,335 civiles. Existe una “cifra negra”, de daños colaterales que no registra ni la SEDENA, ni ninguna fuerza de seguridad, pero cada vez crece más.
EN CONTRAPARTIDA, el caso de Estación Manuel, no se trata de un daño colateral, se trata de un multihomicidio, perpetrado por los propios militares; “que por temor a sufrir una agresión en sus integridades físicas” accionaron sus armas; y esto nos hace preguntarnos: ¿Este es el tamaño del miedo, que traen los militares, que se suponen reciben entrenamiento especializado en uso de las armas?; ¿Así de atemorizados los traen los cárteles de la delincuencia organizada que cohabitan en Tamaulipas?…
Un militar no puede accionar su arma, solo porque sienta temor o miedo, se supone que el uso de la fuerza letal, es su último recurso.
Así lo establece la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, reglamentaria al artículo 21 constitucional, que no solo se aplica para militares, sino para todas las autoridades de seguridad en el país:
“La Fuerza Letal, debe aplicarse solo ante amenazas letales inminentes y como última opción”, no porque presuntamente un vehículo los trató de embestir y hoy en Tamaulipas tenemos 6 jornaleros asesinados: ¡ese es el tamaño del miedo que trae el personal de la SEDENA, ante el crimen organizado!.
P. D. En una ocasión, le pregunté a un sargento del Ejército, que andaba al frente de un operativo, enfrentándose a un cártel de la frontera norte del país, qué sino tenía miedo y su respuesta fue demasiado sincera: “claro que tengo miedo, esos cabrones no nos disparan con panes”.